FRANCISCO IDE. GUALÁ.
EXPOBLOG DE LIBRERÍA LEITMOTIV.
Basta con entrar en uno de los blogs de Francisco Ide, caquitadeloro.blogspot.com, para empezar a darse cuenta de la coherencia de su obra [¿Coherencia con respecto a qué?... Se me ocurren tres respuestas igualmente válidas: a) No lo sé; b) Coherencia con respecto a su incoherencia; c) Si nosotros hallamos una respuesta a esta pregunta que parezca satisfactoria, el artista no estará de acuerdo; y si él nos da su respuesta, nosotros no le creeremos.]. Lo primero que vemos será el título del espacio, “Caca de Loro”, el cual hace referencia al conjunto de poemas ahí publicados, todos acompañados de imágenes que complementan de forma bastante precisa el texto escrito. En otro sitio vinculado a éste, sus obras visuales están agrupadas bajo el nombre de “La Otra Caquita”. Con esta introducción a su quehacer, Ide nos deja en claro cuál es la conciencia que el texto del blog tiene respecto a sí mismo, sin concesiones a pretensión artística alguna, pero, como veremos, sin quedarse tampoco en un simple ejercicio antipoético. Un dibujo de Topor que sirve para encabezar el primero de los blogs aquí nombrados, nos da nuevas señales. Se trata del rostro de un hombre, que se está cubriendo la cara con ambas manos, mas los ojos y facciones se ven a través de aquéllas, como si la carne de sus manos fuese transparente. Estos elementos son claves que nos sirven para acercarnos a una comprensión, al menos parcial, del trabajo expuesto.
Un punto neurálgico de la obra de Francisco Ide – punto en que sus invenciones duelen y/o se gozan en su mayor intensidad -, es aquel desde donde su “arte” se comprende como simple “caquita”, vinculándose así a una serie de aspectos de la realidad frente a los cuales el hombre prefiere cubrirse los ojos (¿por vergüenza, por pudor, por “civilización”?). En ese punto, el afán investigativo de la ciencia patafísica obliga a ver todo lo que se pueda ver desde esa zona posterior a los enfrentamientos de los contrarios. Si su obra nos resulta a menudo graciosa, se debe a que puede generarnos una risa ulterior, nerviosa ante la contemplación del juego de formas que obedecen a una ley distinta a la de nuestra lógica y desde las cuales se muestra, por reflejo, nuestro absurdo. La imagen de realidad que construimos con nuestras rutinas cotidianas, tiene una fractura que Ide sabe indagar para acceder y llevarnos a otros mundos. Esa fractura es el poto, la caca, el desorden. Ahora bien, es a la vez esa mirada que cruza la transparencia de nuestro pudor y autocompasión, la que le permite una “sublimación del guano”, parafraseando otras de las invenciones verbales de este autor. Esta sublimación se logra de forma paulatina gracias a la paradójica disciplina de ocuparse de esas zonas humanas que carecen de toda disciplina. Entonces, con el rigor de un científico, los vacíos y pequeños caos de la realidad común, pueden resolverse con soluciones imaginarias que en el fondo no son más que maneras variadas de decir el misterio. Es así como lo humano, vergonzosamente humano en demasía, puede volverse algo excepcional. GUALÁ!
Cristián Arregui Berger
Curador
CORRIENTE ALTERNA, Santiago de Chile.
