Eruditos Investigadores Correligionarios de las Ciencias Sabias e Inútiles

Reconocemos públicamente la absoluta irrelevancia de la 'Ciencia de las Soluciones Imaginarias y de las Leyes que regulan la excepción en Chile

MIERDRA!

jueves

19 Pédales, 135 E.´P.

ENCONTRARSER
en medio de una Ontotrascendentosis
o en la Trascendencia Cíclica del Origen
A Sa magnificience Madride León, ha ha.

El color es en los ojos.
Constituyo la Violeta y su color
sin que ella tenga mayores noticias
de su cromática condición
que al mismo tiempo la nombra distinguiéndola
del resto de otras rosas o blancos lirios deliriosos.
Constituyo la Violeta y su color sin que ella tenga mayores noticias
de su cromática condición.
El color es en los ojos.
La floreada mirada
escopiosamente busca
su propio iris irisado
que aúlla acromatismos
en el centro ultravioleta
de cuánticas mareas infratómicas.
Perpetuo el balanceo
de mariposas desbocadas
que galopan los nervios de Orfeo.
Pavo-realma el pancalismo de incardinaciones
que ordeñan desordenando las bellezas situadas.
Al buscarnos en el fondo noctámbulo de los pozos lunares
nos elevamos para caer en un vuelo tembloroso
como aquél que será volado por la oruga
cuando se desprenda
pasado mañana
del estrecho sendero de polvo
que hoy la sujeta.
Reaparecemos renaciendo en el recuerdo reflejante de los ojos de olvido.
La apretada espeses del universo
que en todo resplandece
vibra en las pequeñas piedras del fondo caudal
que reposa sutil un hídrico torrente celeste.
Los días fríos preparan nuestras manos
para apretar el calor de la Vida.
Del sueño recogemos lapsos de muerte sabia
que intentan abrir los ojos de la especie.
El gemido de las hojas resecas quebrándose
penetra mis entrañas al caer como pedazos de noche
devorados por las mandíbulas de un lobo hambriento.
Gravedades marítimas otorgan un peso neutro
de balance neto entre fondo y superficie
donde trozos-de-yo-voces crean etéricas
ecos que encienden carmesíes lengua llamas.
Un vaporoso cincel esculpe cristales de encanto.
El esqueleto del cielo se desgarra
atravesado por las astillas níveas de insidiosas vértebras de aire.
El color permanece siendo en los ojos.
La Violeta prosigue desinformada
sin mayores noticias sobre su cromática condición.
La Violeta no es violeta.
Homo añadiduras.
Hiedo añadiduras.
Prosigo inclinado sobre la tierra
oliendo lo que en ella tierrabundea
con el peso crepuscular
que ofrecen las hojas gratinadas
por el rojo poniente
en el que se derriten los días
de este continuo fraccionamiento.
Ideas rayos amarran silencios a lo que verdaderamente duerme.
La ira precipitada unta mis lágrimas extensas
en el pellejo de los cielos eternos.
Escudriño lienzos de soles agónicos
instalándome en la apoteosis de versos de terciopelo escarlata.
Al caer espesas las sobras del sepulcro se llenan de calma los soplos del aliento.
Dormida la voluntad realza la ausencia de otro hoy
distinguiéndose de un ayer agitado otrora.
Glorificación de pezanfibios de escamosas fisuras
nadeando las dilatadas alturas del espacio.
Afirmación sola que se busca en la ausencia plegada del tiempo intuido.
El desasimiento acaece
y lo que fue
clava continuidad de ruinas perpetuadas que preceden
las posibilidades aladas de luz granular.
Una gran conmoción sensible de ojos abiertos
se tragará las gruesas escamas de hielo
que aún nos impiden discernir lo absoluto.
Perpetuo adecuarse.
El color es en los ojos.
Constituyo la Violeta y su color
sin que ella tenga mayores noticias
de su cromática condición.


Inefables ribetes de una cosidad que se rehace a sí misma.




Dr. WAJJJJJNER!!!